miércoles, 21 de marzo de 2012

PENSANDO ÁFRICA II


Al principio de la creación de nuestra ONGD una de las primeras cosas que hicimos fue informarnos sobre la República Democrática del Congo (RDC).
No fue fácil porque la mayoría de nosotros, hijos de la EGB educados en inglés, no tenemos ni idea de francés y ese es el idioma en el que se encuentra la mayoría de la información. Pero a golpe ratón y echando horas frente a la pantalla del ordenador pudimos localizar información y comprar algún libro, en edición de bolsillo que éramos estudiantes y nuestro presupuesto era de risa.
Para la visita del fundador de la ONGD, el congoleño Evariste Citeya, nosotros ya éramos estudiantes aplicados. Nos sabíamos todos los datos sobre la Guerra Mundial Africana, habíamos analizado a fondo el tema del Coltán y teníamos algo más que manía al rey belga Leopoldo II mientras nuestra admiración por Patrice Lumumba no paraba de crecer.
Nuestro arsenal de datos indignantes, de informes capaces de conmover a cualquiera y los testimonios de horror chocaron directamente con las palabras de Evariste.
Allí donde nosotros poníamos denuncia y protesta, recibíamos palabras de posibilidad, de futuro y de concordia. Estudiar, formar, emprender, comerciar e invertir. Un planteamiento que podría suscribir cualquier país, un planteamiento movido por el perdón y la superación por alguien que quiere un futuro autónomo e independiente para su país. Estaba lejos de victimismos y de quejas. No ocultaba nada, las injusticias no eran escondidas bajo la alfombra pero no quería quedarse congelado en estado de shock frente a la tragedia.
Nosotros que aún sentíamos escalofríos al pensar en todo lo que había sufrido este país que sólo conocíamos por internet teníamos en frente a un hombre que había sufrido en sus propias carnes todo eso y que luchaba ilusionado y vehemente por el futuro de su pueblo.
Lección aprendida.

Pensando África I

No hay comentarios:

Publicar un comentario